Electrónicos y digitales
Sus sonidos no son naturales, como los logrados por el
soplo, la percusión, el frotamiento de una cuerda, etc., sino que provienen de
oscilaciones del cono de cartón de los altavoces, lo que se traduce en olas de
presión del aire que alcanzan nuestros oídos como sonidos. La generación del
sonido ha ido cambiando en las últimas décadas y hoy se trabaja con simuladores
virtuales computarizados.
Órgano electrónico
El órgano electrónico es uno de los más populares. Usa
señales producidas por un generador de sonido que son modificadas y
amplificadas antes de ser emitidas por los altavoces. En 1934 se construyó el
órgano Hammond, de importantes dimensiones y peso.
Sintetizadores digitales
Estos aparatos obtienen los sonidos por síntesis y por otras técnicas (como la
simulación de condiciones acústicas en el interior de instrumentos virtuales).
Si el material original proviene de grabaciones del mundo real que se manipulan
mediante computadoras, el método se denomina sampling (muestreo). El
sintetizador cuenta con múltiples mecanismos de edición y transformación del
sonido que puede grabarse en una cinta digital (DAT) o en un disco compacto
(CD). También pueden volcarse los datos en un sistema digital, capaz de
realizar múltiples metamorfosis del material original, no sólo en la calidad de
su sonido, sino en su progresión temporal hasta que se acaba, o su dispersión y
evolución en el espacio (cambiando de posición gracias a un cuidado juego de
altavoces).
Sintetizadores analógicos
Finalizando la Segunda Guerra Mundial, los estudios de radio
de Europa ofrecieron sus aparatos a los compositores. Primeramente, fueron
manipulados de manera primitiva para grabaciones reales, creando la música
concreta. Luego se sumaron los sintetizadores analógicos (como el Moog), que
permitían una elaboración más compleja partiendo de materiales obtenidos
electrónicamente (música electrónica y, en combinación con instrumentos
acústicos, música electroacústica).